En Marzo de 1942 llegas con dieciocho
años a tu primer destino como maestro,
a Las Cortaderas, un paraje incrustado en
las montañas de la precordillera salteña, a
diez kilómetros de Payogasta, a donde se
llega solamente a lomo de mula; para ejercer
como personal único después de haber
egresado de la Escuela Normal de Salta. Los
alumnos en su mayoría niños descendientes
de las etnias kollas y calchaquíes.
Al año siguiente, traslado como maestro a la
Escuela del pueblo de Ing. Juárez, enclavado en
el oeste de la Provincia de Formosa. Escuela de
mayor envergadura, con Director y varios
maestros, y los alumnos niños criollos de la gran
región chaqueña.
Dos años después, nuevo destino en la Escuela
con personal único del Paraje Desvío Bruchard,
ubicado en el centro de la Provincia de Formosa,
entre los pueblos de Ibarreta y Estanislao del
Campo; tus alumnos los hijos de colonos inmigrantes
polacos, ucranianos, rusos; chacareros enviados
allí por los gobiernos nacionales.
En 1951, regresas a Ing. Juárez, esta vez como
Director de la Escuela, en compañía de tu familia
(esposa y dos hijos).
Siete años después, tu nuevo destino es como
Director de la Escuela del pueblo de Herradura,
en inmediaciones del Río Paraguay, con personal
y gran alumnado de descendencia guaranítica
predominantemente.
En 1960 llegas a Formosa Capital como Director
de una Escuela importante, y dos años después,
ascendido a Supervisor de Escuelas Primarias
Nacionales de la Provincia de Formosa; cargo que
ejerces hasta tu jubilación.
Ocurrido esto, te radicas con tu familia en la ciudad
de Córdoba, donde impulsado por tu espíritu
docente, te integras al Centro de Jubilados Docentes
Nacionales de la Provincia de Córdoba, siendo al
poco tiempo elegido por tus pares Presidente de la
Institución, cargo que ejerces por mas de veinte
años hasta tu fallecimiento.
Federico Rodas, maestro de maestros, mi querido
padre, no podía dejar de recordar tu vida signada
por una pasión inclaudicable, la educación primaria
pública. Vaya pues, este mi humilde homenaje.-