Aprovechando la flexibización en
el marco del confinamiento, otorgada
por las autoridades de la Provincia
de Córdoba, salí de casa para caminar
un poco; y me crucé con gentes, todas
esas personas, igual que yo, con barbijos,
hasta incluso los niños lo llevaban.
Que increible, como puede ser que un
minúsculo micro organismo tenga a
todo el planeta preocupado y paralizado.
De pronto, la humanidad entera, con
todos sus adelantos científicos y
tecnológicos no encuentra respuestas
al avance implacable del virus, que
tiene por ahora, en vilo a todos sin
excepción y por tanto tiempo.
Varios países trabajan intensamente en
busca de la vacuna; y transitoriamente
se aplican tratamientos con curaciones
alternativas, como paliativos a la
enfermedad.
Mientras tanto habrá que, aceptar que
se viven ¡tiempos de pandemia!;
¡tiempos de barbijos!; y seguir
aguardando que llegue la solución,
respetando los aislamientos totales
o parciales ordenados por los distintos
gobiernos de las naciones afectadas.
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